Al respirar, hablar, cantar o gritar expulsamos gotas muy pequeñas que quedan flotando en el aire alrededor de 2-3 horas o más, son los llamados aerosoles. Estos aerosoles pueden ser una vía de trasmisión del COVID-19 ya que son susceptibles de contener el virus al igual que otros gérmenes. En ambientes interiores los aerosoles se acumulan si no existe una ventilación adecuada, por ello el riesgo de contagio de COVID-19 en estos ambientes es superior al riesgo en el exterior.
Desde el punto de vista de prevención se debe procurar la ventilación de los puestos de trabajo en ambientes interiores, garantizando la máxima renovación del aire y/o utilizando los filtros adecuados para controlar esta vía de contagio.
Hemos desarrollado un nuevo espacio en nuestra web en la que encontrarás mayor información sobre esta temática.